jueves, 21 de abril de 2011

Marío Heráclio Portocarrero Portocarrero



A cinco años de tu partida... mis recuerdos siempre serán para ti.

Puente de alambre que triste estas
al saber que ya me voy
ay negrita quién te verá
durante mi ausencia.

Unos dirán ya se va
otros lloraran por mi
poco y nada me importa a mi
tan solo quererte a ti

Cuando mas hondo es el pozo
mas cristalina es el agua
cuanta mas larga tu ausencia
mas profundo es mi cariño


Escuchaba esta canción
cuando empezaba a tener uso de razón
que tu cantabas con emoción
a tus amigos en una reunión

Pulsabas la guitarra con toque peculiar
animabas a la gente que se ponía a cantar
y tanta era su alegría
que hasta se amanecía

En fiestas familiares
con guitarra, mandolina o violín
luego de un gran festín
se bailaba hasta el fin.

Tal vez no fuiste un trovador
tampoco un eximio cantor
pero como amigo
todos te recuerdan como el mejor.

Viejo lindo, a cinco años de tu partida, la imagen de tu figura, cálida y señera, me conduce por las rutas del recuerdo, a intentar construir un RETRATO, de la riqueza de espíritu y don de gente que caracterizó a esa tu carismática y cultivada personalidad. La que te permitió una llegada fácil a un sin número de amigos de todas las edades y en muchos lugares.
Por eso mis recuerdos me llevan a tu época escolar, recién llegado a Pampacolca, rápidamente hiciste migas con Juan García Duran, Rubén Lazarte Duran, mis tíos Elisbán Vera, Mariano Rodriguez Portocarrero y muchos otros, con los que se disputaban los primeros lugares.En varias ocaciones para estudiar se reunían en casa de mi tío Elisban , disfrutando de la hospitalidad de don Hermógenes Vera. Años mas tarde acá en Lima, don Juan García Duran al enterarse que yo era hijo tuyo, hizo referencia a este pasaje, diciendo que al único que no pudo ganarle en el colegio, fue a Heráclio, lo que para mi fue motivo de mucho orgullo.
Esta etapa de tu vida quedó hondamente grabada en mi memoria, pues cuando tu me la contaste noté que experimentabas mucha alegría, al evocar estos bellos momentos; ya que a la par de ser buen alumno, destacabas en los juegos que se practicaban en los recreos, como el trompo, el bolero, las bolas, los chochos (chiruros) y muchos otros.Con las bolas, a la Chile, destacabas níti-
damente, con el "Tirallo" que tenías y la buena puntería de que hacías gala, destrozabas las bolas de tus ocacionales rivales. Recordabas con mucha emoción, de tu paso por la escuela, la singulari- dad del Paseo de Antorchas en la celebración de Fiestas Patrias; era tal el entusiasmo de los estudiantes, que en todo el trayecto no paraban de dar vivas al Perú, a la Independencia, gloria a los Precursores, Próceres, Libertadores y héroes en general. La intensidad de los vivas contagiaba en grado sumo a los asistentes, que les tocaban las fibras, despertando su amor por la Patria. Indudablemente eran otros tiempos; algo de ese espíritu patríotico llegó a las generaciones posteriores... ahora todo es tan diferente, en todo aspecto, que es mejor recordar que comparar.
En tus años juveniles, regresaste a Andagua, donde siempre te recibieron de lo mejor, mi abuela Leonor, su hermano el tío Andrés el famoso "Chúcaro"y todos sus numerosos hijos, con los que alguna vez formaron un equipo de futbol de puro Portocarrero.Hicieron un periplo por Cotahuasi, Orcopampa, llegando hasta Viraco, dejando en cada lugar una grata impresión y un recuerdo imperecedero de fraterna amistad. Con el paso del tiempo, convertido en un mozo y apuesto joven, un buen día, montado en tu caballo manchado, bien ensillado, enfundado en tu pantalón de montar,calzando tus botas de cuero, con tu sombrero a la pedrada y sin mas equipaje que tus alforjas, decides volver a Pampacolca.
El reencuentro con tus amigos de antaño y las nuevas amistades hicieron que tu estadía se tornara mas placentera; empezaban las reuniones sociales, las invitaciones, las serenatas y logícamente un corazón noble y enamorado como el tuyo, ante las nuevas emociones se vio atrapado por el bichito del amor. En los partidos de futbol que se desarrollaban en Aynampampa, te esforzabas al máximo, pues tenías a tu futura compañera de toda la vida, como espectadora, con su sombrero a lo Pola Negri, en primera fila. Igual pasaba en la corrida de toros; en ambos
casos salias bien librado, pues testigos presenciales, afirmaban que a la pelota la dominabas con las dos piernas, como dicen ahora, la conocías muy bien. Al toro con capote, en mano, lo espera-
bas con serenidad, destreza y aplomo, por eso el público siempre reclamaba tu presencia en el ruedo.
Con empeño, constancia , amor, mucho amor e innumerables serenatas, conquistaste el corazón de mi señora Madre Rosa María.Nosotros tus hijos somos el fruto de ese amor que duró en las buenas y las malas por mas de sesenta años y que sólo la muerte pudo separar. Perdurara por siempre en el recuerdo de cada uno de nosotros, la imagen de un hombre tolerante, bueno, tier-
no y cariñoso, un padre a carta cabal; igual o mas cariño y ternura les prodigaste a cada uno de tus nietos, cada uno en su momento tubo su espacio, no hubo preferencia de ninguna índole. Resulta gratamente satisfactorio, comprobar la nobleza de tu corazón que así como profesaba un amor inconmensurable, lo mismo dispensaba amistad y respeto entrañable para con cada uno de sus amigos.
Por eso en esta parte del recorrido, quiero hacer mención de muchos de ellos que gozaron de tu amistad, sincera, transparente, sin interés de ningún tipo; la mayoría de ellos supo aquilatar este sentimiento, lo que hizo que se tornara reciproco. Tengo vivo el recuerdo del cariño y trato propio de hermanos, que mantuviste con los señores de esa época, como mis tios Roman Luque, Mario Luque. Augusto Duran, Silvio Luque, Edilberto Gamero, su hijo Danielito, Fernando Rosas, Cesar Duran, Rodolfo Duran, Nicanor Ulloa, Mariano Rodriguez Elisban Vera, Manuel Vera, el guardia Sardón, don Manuel Vizcardo, Miguel Lazarte, Guillermo Vizcardo, tu compadre Hernan Vizcardo, tu compadre Luis Cruz, entre otros. De los mas jovenes Jordan Torres, Edgar Luque, los hermanos Huaco, Isaias, Manolo y Coco, también Héctor,Roberto,Enrique,Javier Raúl y Antuco Vizcardo, tus sobrinos Hermógenes y Simón Vera,Hugo Rosas, Alfredo Rosas, José Emilio Rodriguez, Oscar Gamero y muchos más que siempre tuvieron expresiones de cariño hacia tu persona. Igualmente los parientes y paisanos residentes en Lima, como Alfonzo Rosas, el Dr. Orlando Chirinos, don Alberto Chirinos, su hijo Lucho, Hernán Villanueva, Alfredo Fernandez, Fernando Gamero, José Luis García, Roberto Luque, Sixto Sanchez y muchos mas que siempre te tuvieron una especial estimación.
Finalmente para concluir este homenaje, haré referencia a un par de anécdotas que las recordabas gratamente; la primera fue al momento de casarte en Arequipa, tu padrino el Doctor Javier de Belaunde , instantes previos a la ceremonia nervioso él te pregunto que debía hacer, pues era la primera vez que oficiaba de Padrino, agilmente tu le respondiste que tampoco sabías pues era la primera vez que te casabas. La segunda, cuando fuiste Alcalde de Pampacolca en el reparto de agua, ante tanto barullo, llamaste al orden, recibiendo a cambio un carga monton de los "Tagarotes" de entonces, que incluso eran tus amigos, llegando a la amenaza y faltamiento de respeto a tu autoridad de parte de uno de ellos, apoyado por los de siempre, que manipulaban el reparto de acuerdo a sus intereses; tu posición se mantuvo firme, recibiendo el solitario respaldo de mi tío Rodolfo Duran, quién levantando la voz y dando un golpe de puño en la meza gritó ¡ Ca-
rajo a mi compadre Heráclio nadie le falta el respeto! esta reacción valiente y decidida, hizo que
retornara la calma y prosiguiera su desarrollo el reparto.

Haber viajado imaginariamente, al pasado, acompañado de tu imagen padre mio, hace que mi espíritu salga fortalecido y en mi mente mis recuerdos se tornen infinitos.

1 comentario:

  1. Antonio, me llenó de emoción leer cada uno de los recuerdos que con tanta autoridad de hijo has plasmado en esta página. Veo complacido que estás incursionando en la poesía, esto significa que estás expandiendo tu espíritu literario y artístico a otros ámbitos y eso como desarrollo intelectual está muy bien. Te felicito por eso.
    Fernando.

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